Máquinas de algodón

Aunque la máquina ha avanzado con la tecnología, su funcionamiento es básico: al igual que en los parques de atracciones, el truco está en monetizar la fuerza centrífuga. El azúcar y el colorante se ponen en el centro de la máquina, donde hay un pequeño cuenco con un dispositivo dispuesto a hacerlo rotar a gran velocidad y una fuente de calor que a su vez ira derritiendo el contenido. Después, gracias a la fuerza centrífuga, el líquido se filtra por unos pequeños agujeros que hay a los lados. Cuando el azúcar entra en contacto con el aire se solidifica, provocando que se formen unos hilos muy finos que nos recuerdan al algodón. El feriante entonces los junta con un palo o con su mano y nos hace entrega del delicioso manjar

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